Como la tradición del Nacimiento ha demostrado por generaciones, cuando una mujer  da a luz en casa, en compañía de su pareja o con  personas que elija para ser acompañada, cuidada, protegida  y contenida, la parturienta  tiene la posibilidad de conocerse a si misma de una forma única y profunda, reconocer su autonomía y hacer propia la vivencia trascendental de ayudar a su Bebé de forma consiente y autónoma a nacer.

Dar a luz en casa es una vivencia personal, íntima, respetuosa.  Cuidada  como cada mujer, cada Familia quiera y necesite  para recibir a Bebé en el entorno cálido, tenue y gentil. 

Se lleva a cabo en la intimidad del hogar, respetando tiempos y necesidades de la madre.